La constancia. No hay un insulto de mayor calibre para los artesanos de palabras. Porque, nos guste o no, belleza y creación es eso, violencia vertiginosa, sacudida imprevisible, vórtice irremediable al abismo.
Espectro sinuoso, reflejo impuro, silueta imprecisa. Terror al enfrentar y afrontar tu visión en el espejo. Macabra magia, cruel ciencia que te devuelve tu imagen. Para que nunca se vaya y siempre vuelva. Egoísmo al encerrar tras él innumerables mundos y no dejar paso a nadie guardando celosamente el paso.