Alma era de materia imprecisa, volátil y magnética.
Tenía una mirada crepuscular y sonrisa de estrella.
Sinuosa silueta impregnada de hipnótica gracilidad y soltura.
Etérea y sublime porcelana de cristal fino de bohemia.
Su rostro fue cincelado por el más diestro escultor que existió jamás, coronado por la espuma marina de la que pendían perlas de sal.
Equilibrio perfecto de tierra, sol, aire, agua y fuego.
De corazón de hierro colado, azul ahumado. Esencia divina, liviana, satinada al tacto y escurridiza como oro líquido.
Tenía una mirada crepuscular y sonrisa de estrella.
Sinuosa silueta impregnada de hipnótica gracilidad y soltura.
Etérea y sublime porcelana de cristal fino de bohemia.
Su rostro fue cincelado por el más diestro escultor que existió jamás, coronado por la espuma marina de la que pendían perlas de sal.
Equilibrio perfecto de tierra, sol, aire, agua y fuego.
De corazón de hierro colado, azul ahumado. Esencia divina, liviana, satinada al tacto y escurridiza como oro líquido.