Creencias de segunda mano, tejidos de nuestra mente. Visión de colores.
Tiranizados. Perturbados. Encarcelados.
El interruptor de nuestra luz y nuestra oscuridad.
No solo existir, si no vivir.
Si con todo lo que tienes no eres feliz. Con todo lo que te falta tampoco lo serás,
Creencias de segunda mano, tejidos de nuestra mente. Visión de colores. Tiranizados. Perturbados. Encarcelados. El interruptor de nuestra luz y nuestra oscuridad. No solo existir, si no vivir.
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Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo. Después de nada, o después de todo supe que todo no era más que nada. Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!». Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!». Ahora sé que la nada lo era todo, y todo era ceniza de la nada. No queda nada de lo que fue nada. (Era ilusión lo que creía todo y que, en definitiva, era la nada.) Qué más da que la nada fuera nada si más nada será, después de todo, después de tanto todo para nada. -José Hierro- Dame un trabajo, abrázame por las noches, si estoy triste hazme reír como sea. Te necesito a ti para ordenarme los cajones de esta vida desamueblada. Pero no tengo paciencia, y tengo tantos miedos que si los contase podrían ser incluso estrellas en un cielo sin nubes. Soy uno de esos libros de bolsillo mal editados que se llenan de polvo en las estanterias de las casas. Créeme, no tengo salida, así que sólo queda que me saques volando, destruyendo el techo, intentando salvar todas las partes de mí posibles. Dame además tu cuerpo. No sé si hay en la vida algo más bonito que el hecho de que alguien se te regale, como si te asegurase que estará contigo para siempre. Quizá sea eso lo que necesite: una estabilidad más grande que mi torpeza. Porque ya hasta si sonrío la sonrisa se me cae de lado, al igual que si intentase bailar sin escuchar antes la música. Todo se cae a pedazos, y el mundo ni siquiera tiene la decencia de detenerse y esperar a que recoja los trozos. A fin de cuentas somos muy pequeños, y nuestros problemas parecen invisibles para aquellos que no nos miran a los ojos el tiempo suficiente. ¿Tratará de eso la vida?, de que te hagan grande desde adentro, y terminar un día siendo más alto que el fondo. Y no volver a tocarlo. Puedes intentarlo, trata de hacerme grande. Hoy me dormiré mirando el techo por si acaso.
En un mundo de grises Cuídala y ten mil detalles que la hagan enamorarse una y otra vez. Hay muchos deseando estar en tu lugar y ella te dio una oportunidad, te abrió las puertas de su vida y de su corazón y tú tienes que demostrarle cada día que mereció la pena. Cada día. A pesar de lo complejas y retorcidas que somos las mujeres, a pesar de que muchas veces no nos entendamos ni nosotras mismas. Paciencia. En el fondo, nos conformamos con las cosas más sencillas. Cuídala para que se sienta segura, protegida, y que sepa que contigo nada malo puede pasar. Haz que se sienta preciosa, valorada y querida, descubre por qué es especial, y entiende que nunca encontrarás a alguien igual. Por eso cógela de la mano y no la sueltes, no dejes que se apague la magia, la chispa, ni las ganas de besarla a todas horas. Cuídala porque tu eres su hombre, su refugio, y tu única misión es hacerla feliz. Que nunca se te ocurra robarle una lágrima porque ella te eligió para que le saques mil sonrisas. Dale razones para confiar y sé tu mismo, ya ha conocido a muchos fantasmas. Ten algo que ofrecer, que aportar, y estate dispuesto a cambiar por ella si hace falta, porque se trata de complementarse y mejorar juntos. Cuídala y conócela en su versión original, conoce todas sus manías, sus debilidades, sus caprichos, su canción preferida, su forma de pensar, de sentir y de reír. Cuídala porque, simplemente, es lo único que espera de ti. Y viceversa. "Café Desvelado" Volver a casa y no reconocer las calles, como si no fuera tu vida, como si no supieras ya quién eres y cual es tu lugar. Volver y que el pasado sea una bomba y no saber si huir o quedarte. O simplemente ir en dirección al desastre, que todo explote y poder recordar quien eres.
"Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo, que hoy nos vamos a poner moraos.
Y hablando de ponerse, vete poniendo cómodo, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más. Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez. El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse incómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso. El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve a entrar pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos las de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican ni los recambios. Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitarán más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mías lo aguantan todo. Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que los disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirte a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para otra ocasión. El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar, y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura. Dime que tienes toda la vida, y voy pidiendo presupuestos. Dime que intentaremos toda una vida e iré encofrando mis nunca más.” “No es como si ella pensara que llorar fuese malo, incluso ofrecía su hombro cuando era necesario. Sin embargo, no podía dejar de creer que aquella era una debilidad demasiado humana para ella, tanta fragilidad y sensibilidad en una sola especie, le producía algo de desconcierto. Ella siempre quiso verse más fuerte, más difícil de derrotar, más como ella y no como las otras. Pues estaba segura que la mejor arma de una mujer eran sus lágrimas y ella no quería caer en los brazos de un hombre como la víctima, ella deseaba demostrar que nadie podía pasar a llevarla; pero como todo, aquella pena disfrazada se fue acumulando, gota por gota, comenzaron con el llenado del vaso.”
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BlueSyrupPara saber más de ésta, su autora, pincha en la página de arriba ;) Variedad de siropes
Diciembre 2017
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