Universos de inmensidad infinita, donde lo sutil se sumerge bañado en colores. Quietud y paz en la parálisis del mundo, acariciada por la luz del sol, mecida por la brisa de primavera y acunada por el trino de las aves. Reverdecer en el fango de la desidia y el caos. Declarémonos activistas del sentipensar navegando policromías.
Virutas en bucle, rastros de piel, sal, arena y coral.
Desposeerme. Alzar el vuelo abrazando las raíces. Solidez e ingravidez en la perfecta y precisa inexactitud del alma.
Placer. Lenguaje entre almas. El gusto de la invención. Las brasas de una llama extinta.
Silencios que hieren de muerte. Naturaleza salvaje, cruda, mordaz, implacable, tosca y ruda.
El dolor es usurero. Con él contraes una deuda que jamás podrás saldar.
Si no fueran nuestros sueños utopías, cenizas, pesadillas habitando la luz de dos estrellas extinguidas.
Virutas en bucle, rastros de piel, sal, arena y coral.
Desposeerme. Alzar el vuelo abrazando las raíces. Solidez e ingravidez en la perfecta y precisa inexactitud del alma.
Placer. Lenguaje entre almas. El gusto de la invención. Las brasas de una llama extinta.
Silencios que hieren de muerte. Naturaleza salvaje, cruda, mordaz, implacable, tosca y ruda.
El dolor es usurero. Con él contraes una deuda que jamás podrás saldar.
Si no fueran nuestros sueños utopías, cenizas, pesadillas habitando la luz de dos estrellas extinguidas.