Retomo tras este impass (que no será el último) para plasmar aquí mi compilación de hits navideños esenciales en cada año por estas fechas.
Y es que, la navidad es un tiempo asquerosamente consumista, con tintes religiosos cuestionables, donde las diferencias se acentúan poderosamente y no sólo las económicas sino también las familiares. Y no sólo son protagonistas las redecillas familiares si no que se hacen aún más presentes las ausencias y la nostalgia por lo que fue y ya no es.
Pero más allá de todo eso (que sí que hay que hacer un grandioso esfuerzo por obviarlo), la Navidad bien entendida es una escusa para afianzar las relaciones y tener detalles con los tuyos, para muchos significa volver al hogar, reencuentros, tiempo de descanso, de invertir en los demás (creando cosas y no consumiendo o, por lo menos, promoviendo lo local), en ayudar, en celebrar la vida de los que están y de los que siguen con nosotros aunque se hayan ido. Y en hogares con niños la magia hace acto de presencia por doquier.
¿Por qué en vez de quejarnos en todo lo negativo que trae consigo la Navidad y recordar con melancolía las Navidades de nuestra niñez, no nos esforzamos en crear nuestras Navidades a medida, retomar en la medida de lo posible aquello que nos gustaba de estas fechas y de fomentar en esta época del año y en todas las demás los verdaderos valores que se proponen estas fechas no por tradición o por aparentar? Hagamos que la moda sea esforzarnos por hacer de la Navidad algo loable y no corromperla por los intereses de unos cuantos.
Felices fiestas y feliz vida.
Y es que, la navidad es un tiempo asquerosamente consumista, con tintes religiosos cuestionables, donde las diferencias se acentúan poderosamente y no sólo las económicas sino también las familiares. Y no sólo son protagonistas las redecillas familiares si no que se hacen aún más presentes las ausencias y la nostalgia por lo que fue y ya no es.
Pero más allá de todo eso (que sí que hay que hacer un grandioso esfuerzo por obviarlo), la Navidad bien entendida es una escusa para afianzar las relaciones y tener detalles con los tuyos, para muchos significa volver al hogar, reencuentros, tiempo de descanso, de invertir en los demás (creando cosas y no consumiendo o, por lo menos, promoviendo lo local), en ayudar, en celebrar la vida de los que están y de los que siguen con nosotros aunque se hayan ido. Y en hogares con niños la magia hace acto de presencia por doquier.
¿Por qué en vez de quejarnos en todo lo negativo que trae consigo la Navidad y recordar con melancolía las Navidades de nuestra niñez, no nos esforzamos en crear nuestras Navidades a medida, retomar en la medida de lo posible aquello que nos gustaba de estas fechas y de fomentar en esta época del año y en todas las demás los verdaderos valores que se proponen estas fechas no por tradición o por aparentar? Hagamos que la moda sea esforzarnos por hacer de la Navidad algo loable y no corromperla por los intereses de unos cuantos.
Felices fiestas y feliz vida.