Marchando una de cine. Y en este caso, cine de ciencia ficción. Suena peliagudo, y es que, las películas de este género hay que tomarlas con cautela ya que pueden caer en la patochada o en los clichés propios del género. Pero lo que os traigo hoy es un diamante en bruto que pasa desapercibido y que es una colosal obra, aunque es preciso pulirla un poco puesto que se presenta con luces y sombras: "Interstellar". Se trata de una ambiciosa película firmada por Chistopher Nolan, director que ya encumbró a un renovado Batman, con una estética y un tratamiento humano de una grandísima calidad. Este film, de gran espectacularidad visual, aparece teñido de cierta oscuridad y obsesiones humanas recurrentes, muy propio de la obra de Nolan, invitándote a dejarte fascinar por la intensidad de los personajes y su trascendentalidad. A lo largo de toda la trama va conectando con la parte mas vívida de la psique humana con potentes imágenes de fuerte carga emocional y reflexiones vitales profundas. Cuenta con buenos efectos especiales, pero no de manera artificiosa ni recargada. Un logro tratándose de un "sci-fi" y, además, de típico arquetipo galáctico. Para ser un proyecto de fuerte carga científica, de hecho, ése es uno de sus puntos fuertes, el rigor científico y el estudio pormenorizado de diversas teorías y consulta a personajes relevantes en el campo, no resulta pesada. Trata con asombrosa ligereza y fluidez complicados cálculos y teoremas de física cuántica y demás disciplinas cósmicas.. No obstante, especialmente al final de la película (y ese es su "pero") todo se enreda en una marabunta de cosas que se escapan al entendimiento del grueso de la población, con un aderezo de ensoñación y atrevimiento. Es justo en su último acto cuando 'Interstellar' apuesta abiertamente por crear sus propias reglas y terminar de definir su propia identidad, pero lo hace echando mano de un giro de guión un tanto polémico que es de difícil digestión y que te deja en jaque sin saber si lo que has visto es demasiado surrealista o se trata de una obra maestra del cine. Mención a parte requiere su elenco. Un reparto brillante que, personalmente, me sorprendió gratamente en su calidad de interpretación, acostumbrada a sus papeles más comerciales y simples en algunos casos: Matthew McConaughey, Jessica Chastain, Anne Hathaway, Matt Damon entre otros. No puedo terminar sin hacer alusión a la banda sonora, de maestría sin igual (aquí dejo un fragmento de escándalo) del genio Hans Zimmer (BSO Gladiator entre otras), que inquieta, remueve y te sume en la atmósfera más profunda de la trama. Que lo disfruten. Melancholia trata sobre Justine (Kirsten Dunst) y Michael (Alexander Skarsgård) que celebran su boda en una suntuosa fiesta en casa de su hermana (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado (Kiefer Sutherland). Mientras tanto, el planeta Melancolía se dirige hacia la tierra. Melancholia nos sumerge en un hipnótico acontecimiento de magnitudes catastróficas y visitamos el ahogo emocional de varios personajes.
Melancholia es ese bicho extraño que somos cualquiera de nosotros. Melancholia se concibió apelando a los contrastes, a lo radical, lo extravagante, el delirio y la provocación. Von Trier recurre a su mejor baza, la poesía visual. Melancholia es una alegoría onírica iconoclasta en el escenario de una catástrofe cósmica de proporciones incalculables. Una manzana envenenada de aspecto delicioso pero llena de ponzoña. La instantánea de un acontecimiento mundano rodeado de un orden de sucesos superior. Retratos de parajes de ensueño, figuras desnudas, decadencia psicológica y desequilibrios mentales recurrentes. Un drama épico de raíces en una trascendentalidad vital inconmensurable. Recurre a las perturbaciones de la personalidad envueltas en un halo de frivolidad narcisista como reflejo de la autodestrucción de uno mismo y de nuestro entorno en primer lugar, para pasar a la destrucción de nuestro mundo en la cúspide de la trama. Te sorprenderá encontrar a una brillante y magistral Kirsten Dunst, que retoma el cariz de "Vírgenes suicidas", mucho más alternativo que en sus últimos trabajos, más vacíos y comerciales. Melancholia golpea, sacude, abofetea, zarandea, ahoga, oprime, asfixia, no deja indiferente. Puede resultar rocambolesca, de difícil conjunción entre una historia tan común y un cierre de ciencia ficción tan tremendista. Conceptos dispares extraños de conciliar. En definitiva, un cuento cruel, efectivo, inteligente, intimista, desintegrador de preceptos morales. En el año 2700, en un planeta Tierra devastado y sin vida, tras cientos de solitarios años haciendo aquello para lo que fue construido -limpiar el planeta de basura- el pequeño robot WALL-E (acrónimo de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) descubre una nueva misión en su vida (además de recolectar cosas inservibles) cuando se encuentra con una moderna y lustrosa robot exploradora llamada EVE. Ambos viajarán a lo largo de la galaxia y vivirán una emocionante e inolvidable aventura... Carl Fredricksen es un viudo vendedor de globos de 78 años que, finalmente, consigue llevar a cabo el sueño de su vida: enganchar miles de globos a su casa y salir volando rumbo a América del Sur. Pero ya estando en el aire y sin posibilidad de retornar Carl descubre que viaja acompañado de Russell, un explorador que tiene ocho años y un optimismo a prueba de bomba.
¡¡Nuuuuuueva entrega de críticas cinematográficas.!! En esta ocasión... Historias de amor atípicas. Porque sí, porque los romances han sido explotados en el celuloide hasta dejarlos consumidos y reducidos a los típicos clichés ya rancios y previsibles. Porque una historia de amor puede ser contada de muchas maneras y nunca viene mal un giro de tuerca. Historia nº1. EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON Un hombre (Brad Pitt) nace con ochenta años y va rejuveneciendo a medida que pasa el tiempo, es decir, en lugar de cumplir años los descumple. Ésta es la historia de un hombre extraordinario, de la gentes que va conociendo, de sus amores, pero sobre todo de su relación con Daisy (Cate Blanchett). O lo que es lo mismo, una historia de amor contada al revés, con los matices que ofrecen los prismas de la edad. La imposibilidad amorosa habitual en este tipo de films, proyectada desde una perspectiva innovadora. La plenitud del amor hallada cuando confluyen ambos en la edad adulta. Historia nº2 TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA Un accidente de coche deja a Paige (Rachel McAdams) en coma. Cuando se despierta, ha perdido la memoria y no reconoce ni siquiera a su marido Leo (Channing Tatum), con el que llevaba poco tiempo casada. Leo tendrá entonces que volver a conquistar el corazón de su mujer. ¿Cuántas veces hemos visto en la gran pantalla cómo se conquista al chico/a de turno? Miles. Pero... ¿cuántas veces hemos visto la necesidad de reconquistar a tu pareja porque no te reconoce? Bonita historia de lucha, constancia, amor incondicional y decepción. Basada en hechos reales (nada de historias edulcoradas lejos de la realidad). Historia nº3 THE TOURIST Frank (Depp) es un turista americano que viaja a Italia para tratar de recuperarse de un fracaso amoroso. Elise (Jolie) es una extraordinaria mujer que deliberadamente se cruza en su camino. Con el incomparable marco de Venecia como telón de fondo, Frank se deja llevar por la atracción del romance, pero en poco tiempo él y Elise se verán envueltos en un torbellino de intriga y peligro. Remake de "El secreto de Anthony Zimmer" (Jérôme Salle, 2005). Juego de seducción en un marco incomparable (y bastante cliché como Venecia) pero desde una perspectiva completamente nueva, entremezclado con el suspense, la intriga, el espionaje. El tándem perfecto para que sea una trama de acción con un toque romántico o una historia de amor con un contexto atípico. Cuestión de miras... nº4 LA CASA DEL LAGO Narra la romántica historia entre una doctora solitaria y un arquitecto que se enamoran platónicamente escribiéndose cartas a través de un correo que, misteriosamente, une el tiempo pasado con el presente. Con la sensación de que es el momento para efectuar un cambio en su vida, la Dr. Kate Forester abandona su trabajo en las afueras de Illinois para trabajar en un ajetreado hospital de Chicago. Lo que más rabia le da dejar atrás, sin embargo, es la bella y original casa con vistas al lago que ha estado alquilando. Es un sitio que le hace sentirse totalmente libre. De camino a la ciudad, Kate deja una nota en el buzón dirigida al próximo inquilino de la casa del lago, pidiéndole que le envíe el correo que le llegue, y avisándole que las inexplicable huellas de pata pintadas que pueden verse al lado de la puerta de entrada ya estaban allí cuando ella se mudó a la casa. Pero cuando el siguiente inquilino llega, ve algo muy diferente. Alex Wyler encuentra la casa del lago muy abandonada: polvorienta, sucia, y el jardín invadido de maleza. Tampoco hay ninguna señal de huellas de patas por ningún lado... Remake del film coreano "Siworae" (2000), de Hyun-seung Lee. Con un toque más dulzón propio del género y algo fantasiosa. No obstante, conjunción magistral de elementos en el desarrollo de una historia de amor entre desconocidos a través del espacio y del tiempo.
Que los argumentos y las tramas del celuloide están en crisis creativa todo el mundo lo sabe. Y más las "hollywoodinienses" que petan las carteleras de remakes refritos de los 80, 90 incluso de los mismos 2000 sin dejar ni reposar. Petan no sólo en taquillazo a veces inexplicable, sino en colapso de oferta. Pero lo que se dice variado y novedoso, no mucho. Y entre toda esa maraña, el cine español. Desde mi punto de vista, súper sobrevalorado en la mayoría de los casos por las críticas y la Academia del Cine Español (véase los Goya, esa especie de pseudo Óscars cutres que luchan por encontrar una identidad propia cada vez con más bombo y platillo). Y es que nuestros antepasados fílmicos no nos dejan una herencia muy loable. Nuestro pasado reciente se puede resumir a películas familiares setenteras (Sor Citröen y similares carne del programa Cine de Barrio) o la época del destape, con desnudos gratuitos por doquier. Y con estos referentes... ¿qué íbamos a esperar de un cine español actual? Aún hoy se puede ver la estela de la necesidad de reafirmarnos como "progres" y superar ese complejo tercermundista posterior al franquismo y la represión de la censura. Pero, afortunadamente, cada vez más son los casos en los que las producciones cinematográficas españolas adquieren un rango superior. Estamos en una época de despegue y verdadera profesionalidad del medio (obviemos Torrente y su particular visión cinéfila). Y no hablo de Pedro Almodóvar, no (que en un intento desesperado de resultar rompedor, vanguardista y provocador eleva todo a un punto infumable y surrealista). Pero sí hablo de Amenábar o de la Iglesia, por ejemplo. Entre mis favoritas están las comedias delirantes aún con un punto de la antigua concepción de "españolada casposa" pero con un toque más sutil. Desternillantes diálogos con tramas más bien pobres, buenas actuaciones y un humor made in Spain 100% como "Tres bodas de más". La famosísima "Ocho apellidos vascos" también podría encuadrarse en esta categoría, aunque sigo sin pillarle del todo la gracia, a pesar de sus excelentes resultados en las salas. Mención especial requiere una nueva corriente centrada en películas de suspense e intriga, miedo y terror psicológico, incluso ciencia ficción. Gran calidad en las tramas y verdaderas joyas de interpretación que revelan un cine español incipiente en auge, con rigor y excepcional. El cuerpo, El orfanato, Fin, La habitación de Fermat, Los Otros, Insomne, El Laberinto del Fauno, Tesis, Mientras dormías, Eva, La cara oculta... entre otros cuantos títulos más integran esta lista. Y, como no, las históricas se nos dan de miedo. Nuestras tramas preferidas: la Guerra Civil y época medieval. Las 13 rosas, Juana la Loca, Los Borgia entre numerosas más.
Qué pena que ensalcemos lo burdo, lo tosco y lo soez, en lugar de valorar un cine riguroso y profesional. Y que, cuando lo hacemos, terminemos cayendo en artificios americanos que enmascaran nuestra esencia perdiendo identidad, a fin de ganar en prestigio, como en el caso de Lo imposible. Y es que, quizás, para ganar en categoría haya que sacrificar el sello español, comúnmente asociado a la mediocridad y casposidad cinematográfica. SIPNOSIS: Érase una vez... un castillo donde vivía un inventor que dedicó parte de su vida a crear una criatura perfecta a la que llamó Eduardo. Pero el inventor murió de repente y dejó incompleta su creación, ya que en vez de dedos tenía unas horribles manos con hojas de tijera. El pobre Eduardo vivía sólo en el castillo hasta que una encantadora joven, que trabajaba para la firma Avon, lo llevó a su casa junto con su familia. Pero una criatura tan especial como Eduardo no estaba preparada para vivir en una ciudad tan extravagante y falsa como Suburbia. Obra culmen de los 90 que catapultó al éxito al ecléctico y atípico Tim Burton y a su actor fetiche por antonomasia, Jhonny Depp. Narrado en forma de cuento de tipo gótico impregnado de nostalgia, misticismo y lleno de ternura e inocencia. Un ser puro, un alma dulce se topa de bruces con la mezquindad de un pueblo corrompido, que bien podría tratarse de un fiel retrato de cualquier sociedad de nuestros días. Delicada decadencia, arquetipos y estereotipos caricaturescos y/o marginales, una historia de amor imposible, minusvalías físicas y emocionales y una banda sonora de ensueño... éstos son los ingredientes de este film. Agítalo y verás lo que pasa... |
BlueSyrupPara saber más de ésta, su autora, pincha en la página de arriba ;) Retrospectivas
Diciembre 2017
Cajón desastre
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